A diario escuchamos por algunos
medios de comunicación, sobre todo en los de alcance nacional información sobre
la llegada del Fenómeno “El Niño”, incluso algunos medios de comunicación han implementado
“espacios” para informar sobre el tema. ¿Hasta qué punto este tipo de
información es asimilada por la audiencia?.
Se sabe que Ica es una de las zonas vulnerables frente a este fenómeno,
ya en 1998 como consecuencia se inundó nuestra ciudad; de allí que se entiende
que la población debería estar informada, especialmente sobre las medidas de
prevención que deben ir adoptando.
Sin embargo la realidad nos dice
todo lo contrario. Invitados por Codeh Ica, a una jornada de capacitación sobre
¿Cómo diseñar planes de comunicación?, los asistentes en su mayoría
comunicadores de las instituciones públicas de Ica, coincidieron que no se está
interiorizando en la gente de a pie, la prevención frente al Fenómeno “El
Niño”; por el lado de las autoridades no
pasas más allá de reuniones de coordinación donde según expresaron, el formulismo
es lo que prima y los preparativo para cuando llegue el día D; sin embargo poco
y casi nada en prevención. La pregunta es: ¿acaso no hemos aprendido de la
inundación del 29 de enero de 1998 o del terremoto del 15 de agosto del 2009?,
todo indica que aún nos falta mucho para asumir una cultura de prevención.
Foto: Internet Inundación de Ica 29 de enero 1998 |
Las autoridades ya dieron la voz
de alerta, pero no es suficiente. Sus responsabilidades van más allá, por
ejemplo no se cuenta con un Ordenamiento
Territorial, de allí que mucha gente en el afán de encontrar un lugar donde
vivir se asentó en zonas de peligro (cono deyección entre Parcona y La
Tinguiña). A pesar de existir los Mapas de Peligro, estos nunca se hicieron
respetar y fue una “buena oportunidad para comprar votos o pagar favores
políticos”; como consecuencia hoy en día una población en peligro.
No es suficiente alertar a la
gente sobre la llegada del Fenómeno “El Niño”, hay que reeducar a los
ciudadanos y ciudadanas, para ejercer su ciudadanía (Ciudadano no es, solo ir a
votar o tener el DNI, es el reconocer nuestros derechos y cumplir deberes entre
ellos el de participar en la gestión pública), ejerciendo ciudadanía estaremos
en la capacidad de exigir mayor presencia del Estado, con eficiencia.
Cuantas de nuestras autoridades
incluso desde el gobierno central, regional o locales, estarán esperando que se
desborde el rio, claro está “a rio revuelto, ganancia de pescadores”, más obras
de concreto, más fierro y cemento, más muros de contención igual 10% o 20% de
coima. Con una ciudadanía activa, se reduce la corrupción. Lamentablemente esto
a muchos no conviene. Algunos “empresarios” y constructoras se frotan las
manos, ante la llegada de El “Niño”. Recordemos la escandalosa compre de
raciones alimenticias sobrevaloradas por Seguro Integral de Salud (SIS) para
los damnificados del terremoto de Pisco en el 2007, por cierto no se conoce
sanción alguna a los responsables.
Por lo pronto un grupo de comunicadores de Ica, han puesto el tema sobre el “tapete”, en esta jornada se ha observado voluntad y conocimiento de la realidad local, solo se necesita el impulso para mover más voluntades y comprometer a otros que quieran sumarse y empezar a construir ciudadanía y cultura de prevención.
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