sábado, 9 de agosto de 2014

UNA SENCILLA FORMA DE ACOMODARSE Y EVITAR RESPONSABILIDAD CIUDADANA.

Un niño pregunta a su madre si robar es malo, a lo que la madre le responde, por supuesto hijo -entonces, ¿porque vas a votar por Mariano?, repregunta el niño- el dialogo continúa y un tanto pensativa, como tratando de dar una respuesta que deje tranquilo al niño, la madre responde-  hijo, acaso no vez, que por él tenemos pistas, veredas, plazuelas y lozas deportivas?, el niño que,  en su curso de formación ciudadana le enseñaron, que el rol y trabajo de una autoridad es hacer obras y que, esa es su razón de ser, un tanto confundido, vuelve a preguntar a su madre: ¿Cuándo haga mis deberes en el hogar, como tender mi cama o limpiar la casa?, ¿Te puedo robar?...

Cosas como estas le ocurre a muchas personas. Sobre todo en aquellas que piensan votar por aquellos que van a la reelección y han hecho obras. Lo que más prima en ese pensamiento son las obras de infraestructura, como “indicador de buen gobierno”, por lo tanto “buen candidato”; sin importar que detrás de una obra ha circulado la coima, a cambio de la buena pro; total dirán que es su “habilidad”.

Es decir se ha convertido en una mala forma de vivir en la cultura del “que importa, que robe pero que haga obras”, a fin de cuentas, la mayoría por no decir todos, son iguales. Una sencilla forma de acomodarse y evitar responsabilidad ciudadana.

Esta forma de ver las cosas como algo “tan normal en nuestra sociedad”, le ha permitido a muchas autoridades la acumulación de riqueza, definitivamente basado en la corrupción. Una expresión del grave deterioro de nuestros valores éticos y morales.

Cuantos de los actuales candidatos, que hoy buscan reelección han “progresado económicamente” y tienen propiedades, incluso a nombre de testaferros. Otros, después de ser autoridad, y  a pesar de no tener trabajo conocido, se dan el lujo de financiar millonarias campañas.

Estas prácticas corruptas, es un problema estructural de nuestra sociedad y se presenta como la coima, el soborno, el peculado, por la cual, ya algunos presidentes de gobiernos regionales de nuestro país; empiezan a ser puestos tras la rejas, en la cárcel.

Vergüenza o justicia ¿? Sería para Ica, tener una autoridad presa por corrupción. Sin embargo hasta ahora están libres y peor aún aspiran ser reelegidos como alcaldes o elegidos como presidente regional.
Con electores despreocupados y, a falta de una verdadera ciudadanía, todo indica que serán elegidos y reelegidos.

Por: Martin Flores Parvina
Comentario “Al fondo de la noticia”
Radio Paraíso 92.5 FM de Ica

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