viernes, 21 de junio de 2013

¿Medios de venta o medios de información?


Críticas de periodista de CNN reavivan debate sobre qué es lo que interesa realmente al público al momento de acceder a las noticias.

Los extremos son peligrosos. Si bien es cierto que los constantes reclamos del presidente de la República, Ollanta Humala, para que los medios de comunicación otorguen mayor cabida a 'noticias positivas' pueden interpretarse como un intento de interferir en la línea editorial de éstos, tampoco puede secundarse una posición como la expresada por el periodista Camilo Egaña de la cadena de noticias CNN, que sostiene que este tipo de información 'no le interesa a la gente'.

En efecto, no se puede pretender que los noticieros y programas informativos dejen de mostrar la realidad de lo que sucede en el país por más desagradable que esta sea, pero no se puede presentar como principal argumento para ello lo poco 'vendibles' que resultan las noticias positivas. Estaríamos entonces cayendo en la lógica 'Laura Bozzo', que señala que la 'realidad' debe ser mostrada al costo que sea sin importar el trasfondo del mensaje que lleva. Lógica de la que tanto sigue costado desprendernos y que no deberíamos estar dispuestos a aplaudir.

El señor Egaña sostiene que cuando él era adolescente e 'intentaba cambiar el mundo', su tía abuela apeló a esa trasnochada costumbre de creer que los refranes esconden sabiduría absoluta para dispararle un 'de buenas intenciones está lleno el camino al infierno'. Lamentamos que el periodista se haya rendido en su lucha y terminara adoptando el concepto de lo noticioso que suponemos criticaba cuando abrazaba sus jóvenes ideales, pero eso no le da derecho a desmerecer a aquellos periodistas que aún conservan los suyos y buscan que las plataformas informativas no vendan únicamente tragedias.

¿Realmente las buenas noticias no le interesan a nadie?¿Supone Camilo Egaña que los peruanos esperamos con ansias cada noticiero para enterarnos si las carreteras nos arrojaron más muertos que el día anterior, o si esta vez fue un par de zapatillas y no un celular el botín de un robo que acabó con la vida de otro inocente? No señor Egaña, no se engañe, los peruanos no buscamos eso. Nadie pretende taparse los ojos y los oídos para evitar la realidad, pero tampoco esperamos que la carroña aparezca constantemente en el menú.

Una historia bien contada más allá de la clasificación antojadiza de "positiva o negativa" resulta atractiva para el público, sin duda alguna. El caso de un peruano emprendedor que se hizo a si mismo sobre la base de su esfuerzo y trabajo puede llevar a la identificación e inspirar a miles de ciudadanos. Las iniciativas, gubernamentales o no, para mejorar la calidad de vida de tanta gente acostumbrada a subestimarse, merece un espacio. Darle un espacio al cambio puede vender. Claro que puede vender. Pero más que vender interesar, motivar e inspirar.

Quizás y el señor Egaña no conoce el manejo de las noticias en los medios de este país. Quizás no debamos exigirle que lo entienda, tomando en cuenta que la gran cadena para la que hoy trabaja le habla al mundo desde una sociedad que ya se acostumbró a vender sangre y presupone por tanto que eso es lo que 'le interesa' a la gente. No intente, Camilo Egaña, que de este lado del continente dejemos de espantarnos por ello.

Fuente: La mula.pe.

No hay comentarios: