Este aviso llamo mi atención. En
mi condición de padre de familia, me atrajo sobre todo la imagen de los padres
que allí aparecen, por cierto tengo un adorable hijo de 11 y una hija de 5.
Como se muestra en el anuncio, resalta la imagen de una madre que por poco se
jala los pelos y expresa un “…oh!” frente a la imagen del padre, que se muestra
muy alterado por no decir agresivo exclamando un “NO”. El mensaje es claro “Terminaron
las clases y Ahora…?”.
En efecto nuestros hijos están de
vacaciones, el anuncio quiere expresar el sentir de la mayoría de padres y
madres de familia “Único ciclo para PADRES desesperados”. Este anuncio refuerza
lo que hoy en día equivocadamente la mayoría de padres y madres de familia “entienden”
sobre lo que significa asumir las vacaciones de los hijos, es que ¿acaso nuestros hijos son un estorbo durante
las vacaciones?, ¿es preferible tenerlos estudiando en un “ciclo para padres
desesperados”, librándonos de responsabilidades familiares?, ¿dónde ha quedado
los buenos momentos en familia?, ¿el sano entretenimiento, el disfrute de las
vacaciones?. Muchos dirán, el tiempo no alcanza para eso, tenemos que trabajar.
Total así reúno el dinero para darle “una buena educación”, además es un mundo
competitivo y no hay que perder el tiempo y tienen que estudiar.
Lo cierto es que, se trata de un negocio más, que aprovecha la “desesperación”
de los padres por no tenerlos en casa, es preferible que alguna academia o
institución educativa se encargue, antes que asumamos responsabilidades más
creativas, nosotros, los propios padres. En fin, vivimos en una sociedad consumista, donde,
hasta el tiempo que le dediquemos a nuestros hijos o hijas es cuestión de
negocio, de inversión. Además, son tiempos modernos y muy violentos, sino
observemos la imagen de la mamá y el papá del anuncio. La intensión seria vendernos la
idea de no tener a los hijos o hijas en casa, porque definitivamente pierden el
tiempo y nos estorban, además tendríamos que dejar de trabajar¿?.
Atrás quedaron los tiempos cuando en vacaciones
te ibas a visitar a los abuelos, al campo a pasar unos días con los ellos, los
juegos de barrio y los paseos familiares. Son tiempos “modernos”, frívolos,
donde prima el “trabajo”, lo económico. Quizás por eso hoy en día, destaca el
individualismo y resalta una sociedad mayormente indiferente y con muchos problemas al interior de las familias.
Abrigo la esperanza que algún día cambie esta triste realidad, para ello, primero tenemos que cambiar nosotros, repensar en nuestro rol de padres y madres.
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