lunes, 2 de enero de 2017

Un anuncio que expresa el sentir de la mayoría de padres y madres.

Este aviso llamo mi atención. En mi condición de padre de familia, me atrajo sobre todo la imagen de los padres que allí aparecen, por cierto tengo un adorable hijo de 11 y una hija de 5. Como se muestra en el anuncio, resalta la imagen de una madre que por poco se jala los pelos y expresa un “…oh!” frente a la imagen del padre, que se muestra muy alterado por no decir agresivo exclamando un “NO”. El mensaje es claro “Terminaron las clases y Ahora…?”.

En efecto nuestros hijos están de vacaciones, el anuncio quiere expresar el sentir de la mayoría de padres y madres de familia “Único ciclo para PADRES desesperados”. Este anuncio refuerza lo que hoy en día equivocadamente la mayoría de padres y madres de familia “entienden” sobre lo que significa asumir las vacaciones de los hijos, es que  ¿acaso nuestros hijos son un estorbo durante las vacaciones?, ¿es preferible tenerlos estudiando en un “ciclo para padres desesperados”, librándonos de responsabilidades familiares?, ¿dónde ha quedado los buenos momentos en familia?, ¿el sano entretenimiento, el disfrute de las vacaciones?. Muchos dirán, el tiempo no alcanza para eso, tenemos que trabajar. Total así reúno el dinero para darle “una buena educación”, además es un mundo competitivo y no hay que perder el tiempo y tienen que estudiar.

Lo cierto es que, se trata de un  negocio más, que aprovecha la “desesperación” de los padres por no tenerlos en casa, es preferible que alguna academia o institución educativa se encargue, antes que asumamos responsabilidades más creativas, nosotros, los propios padres. En fin, vivimos en una sociedad consumista, donde, hasta el tiempo que le dediquemos a nuestros hijos o hijas es cuestión de negocio, de inversión. Además, son tiempos modernos y muy violentos, sino observemos la imagen de la mamá y el papá del anuncio. La intensión seria vendernos la idea de no tener a los hijos o hijas en casa, porque definitivamente pierden el tiempo y nos estorban, además tendríamos que dejar de trabajar¿?.

Atrás quedaron los tiempos cuando en vacaciones te ibas a visitar a los abuelos, al campo a pasar unos días con los ellos, los juegos de barrio y los paseos familiares. Son tiempos “modernos”, frívolos, donde prima el “trabajo”, lo económico. Quizás por eso hoy en día, destaca el individualismo y resalta una sociedad mayormente indiferente y con  muchos problemas al interior de las familias. Abrigo la esperanza que algún día cambie esta triste realidad, para ello, primero tenemos que cambiar nosotros, repensar en nuestro rol de padres y madres.

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