El valle de Ica, siempre ha tenido la presencia de importantes bosques cubiertos principalmente de árboles de la especie Prosopis pallida, conocido en Ica como Guarango, esta especie tan oriunda de esta zona, aún la podemos observarla, con mucha suerte en nuestra región.
Sin embargo, es lamentable mencionar que es una especie en peligro de extinción, por más esfuerzo que se haga, todavía existen personas que se dedican ilícitamente a la tala indiscriminada de esta especie, antiguamente el Guarango era utilizado en la construcción de viviendas pre Incas y durante la época colonial utilizándose como columnas en las viviendas, y también en la construcción de los famosos acueductos de Nasca, que han perdurado en el tiempo.
Hoy en día el comercio fomenta la tala indiscriminada, lo utilizan como combustible en la industria ladrillera, sin que se ejerza un estricto control por parte de las autoridades, aunque es poco su uso para la elaboración del pisco, todavía se puede observar que se mantiene esta mala costumbre en algunas bodegas artesanales, cuando existen otras alternativas, como el uso de gas por ejemplo.
Las pollerías, que lo compran para la preparación del pollo a al brasa, y mucho de nosotros contribuimos con la tala indiscriminada.
Pero, no solo el comercio y los consumidores tenemos la culpa, también, el incremento de la población asentada en a zona rural, atraída por la oferta laboral ha incrementado la creación de asentamientos humanos por la presencia del “boom” agroexportador, en desmedro muchas veces de los bosques; la sobre explotación de uso del agua por las agroexportadoras hacen que la napa freática descienda en perjuicio de las plantaciones, de igual modo el deseo de ampliar la frontera agrícola ha ocasionado que se talen considerables plantaciones de Guarango. Por añadidura, la existencia de ganado caprino, contribuye de forma negativa a la regeneración natural de la vegetación.
Es patético observar como al ingresar al principal atractivo turístico de Ica, La Huacachina, lo que era antes un frondoso bosque de Guarangos, hoy en día solo queden las huellas de una tala indiscrimina, a vista y paciencia de las autoridades, llámese INRENA por ejemplo.
Los hechos ocurridos recientemente, con la caída de huaycos en las pampas de Nasca, han dañado dos de las enigmáticas figuras la “garza” y “las manos”, tal como lo ha informado Emma Susana Arce, responsable del INC en la región de Ica, explicó que las figuras no han sido cubiertas por lodo, sino solamente por agua, como consecuencia de “uno de los huaycos más graves registrados en la región”, al respecto alguien ha indagado más allá de la caída de huaycos, ¿por qué ahora se han dañado las líneas?. Las líneas tienen miles de años y nunca ocurrido un hecho similar, ¿qué esta pasando en las alturas?, será acaso ¿efectos del cambio climático?, de la tala indiscriminada de Guarangos.
Las líneas de Nasca están ubicadas en el lugar conocido como la Pampa Jumana, según el periodista nasqueño Juri Aybar, nos contaba que en ese lugar, hoy en día. los Guarangos que protegían de los deslizamientos ya no existen, una razón más para empezar a hacer algo y proteger los bosques en nuestra región.
Por el contrario en vez de reforestar con Guarango, nuestros desiertos o embellecer nuestras alamedas, parque o jardines con esta especie oriunda de Ica, se fomenta la siembra de otros tipos de especies.
El Guarango, este poderoso árbol han sido el sostén de la biodiversidad de Ica por milenios, posee cualidades extraordinarias para regenerar los suelos del desierto iqueño, retiene la humedad en las raíces, oxigena los suelos, y atrae a microorganismos fijadores de oxigeno, le devuelve la fertilidad, además de tener semillas nutritivas y deliciosas con las que se fabrican tónicos fortificantes como la famosa Algarrobina (en el norte del país) es presa de la tala indiscriminada, en nuestra región.
Todavía estamos a tiempo de poder salvar esta especie, solo es necesario que cada uno de los iqueños empecemos a sembrar sino en nuestros jardines, en una parte del hermoso desierto iqueño, claro está, hay que asegurar su crecimiento.
Los márgenes del río Ica y el cauce seco del mismo, albergan una cantidad relativamente importante de esta especie, esto hace que se forme un monte ribereño perturbado, al mismo tiempo que evita el desborde de las aguas.
En la quebrada Canzas en Ica, por donde se producen las caída de huaycos, causante en el 98 de la inundación de Ica, ya esta sembrada de Guarangos que en un futuro nos servirá para protegernos de la fuertes avenidas de agua.
Por: Martin Flores Parvina
Sin embargo, es lamentable mencionar que es una especie en peligro de extinción, por más esfuerzo que se haga, todavía existen personas que se dedican ilícitamente a la tala indiscriminada de esta especie, antiguamente el Guarango era utilizado en la construcción de viviendas pre Incas y durante la época colonial utilizándose como columnas en las viviendas, y también en la construcción de los famosos acueductos de Nasca, que han perdurado en el tiempo.
Hoy en día el comercio fomenta la tala indiscriminada, lo utilizan como combustible en la industria ladrillera, sin que se ejerza un estricto control por parte de las autoridades, aunque es poco su uso para la elaboración del pisco, todavía se puede observar que se mantiene esta mala costumbre en algunas bodegas artesanales, cuando existen otras alternativas, como el uso de gas por ejemplo.
Las pollerías, que lo compran para la preparación del pollo a al brasa, y mucho de nosotros contribuimos con la tala indiscriminada.
Pero, no solo el comercio y los consumidores tenemos la culpa, también, el incremento de la población asentada en a zona rural, atraída por la oferta laboral ha incrementado la creación de asentamientos humanos por la presencia del “boom” agroexportador, en desmedro muchas veces de los bosques; la sobre explotación de uso del agua por las agroexportadoras hacen que la napa freática descienda en perjuicio de las plantaciones, de igual modo el deseo de ampliar la frontera agrícola ha ocasionado que se talen considerables plantaciones de Guarango. Por añadidura, la existencia de ganado caprino, contribuye de forma negativa a la regeneración natural de la vegetación.
Es patético observar como al ingresar al principal atractivo turístico de Ica, La Huacachina, lo que era antes un frondoso bosque de Guarangos, hoy en día solo queden las huellas de una tala indiscrimina, a vista y paciencia de las autoridades, llámese INRENA por ejemplo.
Los hechos ocurridos recientemente, con la caída de huaycos en las pampas de Nasca, han dañado dos de las enigmáticas figuras la “garza” y “las manos”, tal como lo ha informado Emma Susana Arce, responsable del INC en la región de Ica, explicó que las figuras no han sido cubiertas por lodo, sino solamente por agua, como consecuencia de “uno de los huaycos más graves registrados en la región”, al respecto alguien ha indagado más allá de la caída de huaycos, ¿por qué ahora se han dañado las líneas?. Las líneas tienen miles de años y nunca ocurrido un hecho similar, ¿qué esta pasando en las alturas?, será acaso ¿efectos del cambio climático?, de la tala indiscriminada de Guarangos.
Las líneas de Nasca están ubicadas en el lugar conocido como la Pampa Jumana, según el periodista nasqueño Juri Aybar, nos contaba que en ese lugar, hoy en día. los Guarangos que protegían de los deslizamientos ya no existen, una razón más para empezar a hacer algo y proteger los bosques en nuestra región.
Por el contrario en vez de reforestar con Guarango, nuestros desiertos o embellecer nuestras alamedas, parque o jardines con esta especie oriunda de Ica, se fomenta la siembra de otros tipos de especies.
El Guarango, este poderoso árbol han sido el sostén de la biodiversidad de Ica por milenios, posee cualidades extraordinarias para regenerar los suelos del desierto iqueño, retiene la humedad en las raíces, oxigena los suelos, y atrae a microorganismos fijadores de oxigeno, le devuelve la fertilidad, además de tener semillas nutritivas y deliciosas con las que se fabrican tónicos fortificantes como la famosa Algarrobina (en el norte del país) es presa de la tala indiscriminada, en nuestra región.
Todavía estamos a tiempo de poder salvar esta especie, solo es necesario que cada uno de los iqueños empecemos a sembrar sino en nuestros jardines, en una parte del hermoso desierto iqueño, claro está, hay que asegurar su crecimiento.
Los márgenes del río Ica y el cauce seco del mismo, albergan una cantidad relativamente importante de esta especie, esto hace que se forme un monte ribereño perturbado, al mismo tiempo que evita el desborde de las aguas.
En la quebrada Canzas en Ica, por donde se producen las caída de huaycos, causante en el 98 de la inundación de Ica, ya esta sembrada de Guarangos que en un futuro nos servirá para protegernos de la fuertes avenidas de agua.
Por: Martin Flores Parvina
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